4 razones para ir a Nueva York (una y otra vez)
Me imagino que Nueva York no es de esos destinos en los se necesita que te convenzan para ir.
Lo hemos visto en la televisión desde chicos (gracias a Mi pobre angelito, Friends, How I met your mother y muchos otros) y lo hemos oído en canciones (aunque me imagino que el objetivo de Frank Sinatra nunca fue que su hit indicara el fin de la fiesta y una invitación educada a retirarse).
Pero por mucho que sintamos que lo hemos tenido presente toda la vida, estar ahí caminando por alguno de sus míticos barrios es algo que hay que vivir por uno mismo. Nueva York es de esas ciudades a las que vale la pena ir, y ojalá varias veces, por distintas razones:
En una ciudad, comer de todo el mundo
Puedes tomar de desayuno un crepe con Nutella a lo francés, almorzar pasta oyendo música italiana (o quizás debería decir eataliana) y comer comida india mientras te cantan feliz cumpleaños en hindi. Al día siguiente puedes comer tacos y enchiladas mexicanas, parrillas japonesas y bueno, por supuesto también unas increíbles hamburguesas. Estarás viajando culinariamente por otros países. Hay infinidad de sabores, comidas, aderezos, texturas y experiencias que probar en una solo ciudad.
Nos obliga a definirnos
El que viene a Nueva York por primera vez, puede agobiarse por la cantidad de alternativas a su disposición. Museos, parques, calles, barrios, restaurants, paseos y mapas se te suben encima sin darte tregua. Se te acumulan mails y libros de datos de viaje, y no sabes cómo organizar ni qué elegir.
Pero la saturación de información puede decantar en algo positivo: nos fuerza a descubrir qué queremos realmente. Quiénes somos, qué nos interesa, qué nos llama la atención, cuáles son nuestras prioridades. En lugares con menos alternativas, es más probable explorar un poco de todo, seguir todos los consejos, caer en la obsesión de ir completando el checklist. Pero en Nueva York es imposible conocer todo, por lo que tenemos que elegir.
Es así como en NY es perfectamente válido expresar con orgullo: “No me gustan los museos de arte, prefiero los parques”, “Vine solo al shopping” o “Me pasaría días en el Natural History Museum”. No hay obligación de conocer cada rincón ni realizar actividades que no son de tu interés. Nueva York invita a personas distintas a descubrirse y ser realmente auténticas con lo lo que les interesa.
Aquí pueden ver cuáles son las mis 9 experiencias favoritas de Nueva York.
Las 4 estaciones
Vale la pena conocer esta ciudad en cada una de sus estaciones, ya que cada una tiene su encanto y su actividad.
Otoño
El otoño en Nueva York es tan mágico que hasta hay una película de Richard Gere que se llama así. Y es que es un espectáculo ver las hojas de los árboles mostrar orgullosas sus tenidas rojas, naranjas y amarillas. Los neoyorquinos caminan por un Central Park multicolor preparándose para los grandes eventos de la temporada: Thanksgiving y Halloween. Desfilan por las calles los parades celebrando cada uno de estos acontecimientos. Las familias se reúnen y comen mucho todas juntas.
Invierno
Para cuando llega el invierno, las hojas multicolores ya se caen, dando espacio para que el verde juegue solitario con el blanco de la nieve. Personas de todas las edades (y de distintos niveles de experiencia) patinan en hielo en Central Park o afuera de la biblioteca de Bryant Park . Surgen mercados navideños por todas partes vendiendo regalos de los más exóticos, y los paseantes con su atuendo que los cubre completamente (incluyendo grandes gorros, guantes y las bufandas tan grandes que probablemente son las mantas de picnic que usan en verano) van equipándose para las vacaciones con sus familias.
Es la época ideal para los que quieren instalarse a tomar cosas calientes y aprovechar las ofertas navideñas.
Primavera
En primavera, la subida de temperatura empieza a mostrarse en el optimismo del ambiente. Puedes admirar los cerezos en flor en los jardines botánicos, aprovechar de caminar y disfrutar la naturaleza en Prospect y Central Park. Hay buen clima como para pasear, pero sin el calor ni las masas del verano.
Verano
Durante la época estival, los parques están en su apogeo. Familias, grupos de amigos y parejas se pelean las sombras en los que estiran una manta de picnic y despliegan comidas de las mas variadas procedencias (de los que hablé más arriba). Puedes caminar en manga corta y shorts por el Highline o aprovechar algún concierto gratuito en el parque. Algunos incluso parten a Coney Island para aprovechar las montañas rusas y la playa.
Porque nunca lo terminas de conocer
Nueva York está siempre cambiando, reinventándose, moviéndose. En pocas ciudades del mundo puede pasarte todo lo siguiente:
- Doblar una esquina por la que has pasado varias veces y que te aparezca un nuevo local.
- Que aparezca gente disfrazada con los atuendos más curiosos, aunque no sea Halloween ni haya una fiesta especial.
- No saber en qué idioma hablarle a la persona que tienes en frente.
- Ver en el mismo vagón de metro a gente tan diversa.
Nueva York es una ciudad que evoluciona con su gente, por lo que nunca se termina de conocer.
Scrat, la ardilla de La Era del Hielo tratando de alcanzar su bellota.
¿Alguna otra razón por la que recomendarías ir a Nueva York? ¡Cuéntanos!