Voluntariado en Wadi Rum con los Beduinos
¿Habías oído hablar de los beduinos del desierto? Son un grupo árabe tradicionalmente nómada, que vive en Jordania (además de Arabia Saudita, Siria, Irak e Israel) y se visten diariamente con túnica y turbante. Por esas cosas locas de la vida, nos surgió la oportunidad de trabajar en un voluntariado con ellos en el desierto de Wadi Rum, y nos pareció tan interesante que partimos corriendo.
Aquí les contamos nuestra experiencia y lo que aprendimos de ellos mientras trabajamos juntos recorriendo el desierto.
¿Sabes qué dicen los beduinos del té? Más abajo te lo contamos.
Cómo Llegamos a Wadi Rum
Oímos hablar del Sultán gracias a la recomendación de otro chileno que había estado hace algunos meses haciendo voluntariado en Wadi Rum. Antes de conocer al famoso Sultán nos llamaba la atención el nombre, y superó nuestras expectativas cuando al conocerlo y con turbante en la cabeza nos dijo: “me dicen el rey del desierto“.
Le gustó mucho la idea de que estuviéramos con un drone (que habíamos logrado entrar a Jordania gracias a algunas técnicas de distracción en la frontera) y tuviéramos algo de experiencia en marketing, ya que era algo que les hacía falta.
Después de un momento en que el Sultán fue a rezar adentro del café (una de sus 5 veces al día como buen musulmán), nos subimos a su camioneta destartalada pero cumplidora y avanzamos con él por dunas y montañas que en ese momento veíamos negras.
Conociendo la Vida en el Desierto
Llegamos al campamento iluminado por una fogata, en el que un grupo de turistas escuchaba fascinado las historias de Mohamad, el hermano del Sultán.
Nos instalamos también con ellos a tomar infinitos shai (delicioso té con hojas de menta al que le puedes agregar azúcar) sentados sobre alfombras en la arena, con estrellas por un lado y una cueva de colores por el otro.
Nuestro anfitrión nos bautizó con nombres árabes (“Salem” a Max y “Aya” a la Antonia) y nosotros, que no nos íbamos a quedar cortos, le pusimos nombres chilenos. Mohamad, distinguido beduino del desierto con turbante pasó a llamarse, e incluso a ser conocido, como Alberto. En los días siguientes nos pidieron que le pusiéramos nombres chilenos a más beduinos, así que surgieron Ignacio, Gerardo y Oscar.
Los días en Wadi Rum son naranjos brillantes, rojos intensos y rosados pasteles. Los vivimos como viven los beduinos de Wadi Rum: intensificados a veces por las demandas de los turistas, siempre con una sonrisa en la cara, y dándonos el tiempo para disfrutar de un buen té.
Recorrimos el desierto con Mohamad/Alberto sentados en el pickup de su 4×4, parando de vez en cuando a escuchar sus explicaciones, bajarnos corriendo a subir una duna de arena roja o escalar por el interior de un cañón. Incluso pudimos darnos el lujo de explicarles y guiar nosotros a una pareja de polacos cuando tocó llevarlos a lugares que ya habíamos ido (presentándonos como “Salem” y “Aya”, obvio).
Los Beduinos: La Mejor Parte del Voluntariado en Wadi Rum
Estuvimos días en la casa de nuestros anfitriones (en el pueblo de Wadi Rum) instalados sin zapatos sentados en una alfombra con computadores trabajando. Nos tocó hacer arreglos en su página web, su perfil de TripAdvisor, habilitar Google Business y crear cuentas de Airbnb. Escribimos textos, sacamos fotos y agregamos servicios.
A pesar de que el conocimiento tecnológico de nuestro equipo beduino era básico; la visión de negocio, la importancia de hacer felices a quienes fueran a su campamento y de lograr que quienes habían ido les dejaran opiniones, lo tenían clarísimo.
Descubrimos en los beduinos, y sobre todo en Mohamad, gente con la que compartíamos algo que no se puede simular: el humor.
Nos reímos juntos de los comportamientos curiosos de algunos turistas que pasaron por el campamento (asiáticos que se llevaban su aparataje de WiFi y se sentaban solos en la oscuridad en vez de la fogata, y europeos pretenciosos que venían a enseñarle del desierto a los beduinos).
Nos aprendimos las típicas preguntas y respuestas que hacían todos los turistas, sin excepción (¿Qué animales hay en el desierto? ¿Qué hay detrás de esa puerta que se ve en la cueva? ¿Es verdad que hacen café en la arena?).
Y bueno, ya que estamos, ¿Saben qué dicen los beduinos del té? “More tea, more pee (más té, más pipí)” jajaja. Y lo aprendimos de la manera más dura con las carreras por el desierto en la mitad de la noche después de 20 tazas de té.
Arena y Whatsapp
Con el pasar de los días nos fijamos en que muchos de los que pasaban a saludar al campamento eran primos, y descubrimos que los beduinos del desierto de Wadi Rum son en parte una gran familia. Se criaron todos en Wadi Rum Village, fueron al colegio, y ahora la mayoría de ellos trabaja en algo relacionado al turismo, varios administrando un campamento.
A diferencia de sus papás y sus abuelos, esta generación habla por whatsapp y se comunica en inglés perfectamente (¡y les encanta!). Están muy conectados con la vida en el desierto, pero se benefician de la tecnología y la modernidad.
Al estar constantemente en contacto con gente de todas partes del mundo, sus fronteras mentales llegan a lugares que sus antepasados nunca se imaginaron. Pero el desierto es algo instransable. Tal como nos dijo Mohamad/Alberto: “yo quiero viajar, ir a Tailandia, conocer lugares diferentes, pero después quiero volver aquí, porque en Wadi Rum están mis raíces”.
En nuestra última noche Mohamad nos pidió que acompañáramos a Joan, un danés de 70 años, a ver la luna en el desierto. Nos tomamos tan a pecho nuestra misión que hasta cantamos The Sound of Silence de Simon and Garfunkel con él. Cuando volvimos oímos música romántica, vimos una torta (con kit kat alrededor) iluminada por velas y lo que más nos emocionó: un grupo de beduinos esperándonos para darnos la sorpresa.
Nos despidieron de nuestro voluntariado en Wadi Rum con la hospitalidad que los caracteriza y una sonrisa en la cara. En realidad no a nosotros, si no que a “Salem” y “Aya”, los nombres árabes que nos eligieron.
Aquí les mostramos nuestro hit en Wadi Rum (y en el resto de los países árabes en los que estuvimos) que nos trae muchos recuerdos de cantos por el desierto. Les recomiendo tenerlo a mano, todos se lo saben!
Información Útil para ir a Wadi Rum
¿Dónde dormir en Wadi Rum?
Nuestra respuesta obviamente está sesgada, pero podemos recomendar con toda confianza Bedouin Nights Camp, el campamento en el que estuvimos trabajando nosotros y en el que van a ser atendidos por Mohamad (alias Alberto). Pueden ver disponibilidad y reservar aquí y ver los comentarios de TripAdvisor aquí.
¿Qué es lo que lo hace especial? Además de la gente y su cariño, diríamos que la cueva en la que está emplazado el campamento le da un toque único. Tiene todo lo necesario para poder disfrutar cómodamente de tu estadía en el desierto.
Puedes ver más alternativas de campamento en Wadi Rum aquí.
¿Cómo son los campamentos en Wadi Rum?
Por lo que pudimos ver en nuestros paseos por el desierto y conversar con otros turistas, los campamentos de Wadi Rum son relativamente estándar (a excepción de los Hoteles Burbuja que son de lujo).
- Pieza: Duermes en una cama con sábanas, frazadas, etc adentro de tu carpa personal. Puedes pedir (a veces por un precio) dormir a la intemperie.
- Baños: La mayoría tiene baños comunes (con WC) y agua corriente. Hay un par que tiene baños privados.
- Duchas: Pueden tener agua fría o agua caliente, depende del campamento.
- Comida: Estilo buffet, muchas veces con un zarb (que es pollo y verduras cocinadas en un hoyo en la arena) acompañado de ensalada de pepino y tomate, arroz, baba ganoush (un pasta de berenjenas, limón, tahine y sal) y otros.
- En general no tienen WiFi (lo que facilita la conversación, desconexión y descanso!)
¿Tengo que llevar seguro de viaje a Wadi Rum?
Nosotros recomendamos llevar SIEMPRE seguro de viaje. Es una inversión en tranquilidad y seguridad. Uno cree que nunca le va a pasar algo (y ojalá no), pero nunca se sabe, y lo que menos queremos es que un problema simple nos complique las vacaciones! Hemos oído historias del terror de gente que fue al hospital de urgencia en un país desconocido y después recibió cuentas de miles de dólares.
Después de haber evaluado y conversado con muchos viajeros, podemos recomendarles IATI Seguros, por las siguientes razones:
- Tiene distintos planes (mochilero, de estudios, de familia, etc) de acuerdo a lo que necesites. Así no pagas por lo que no necesitas.
- Tienen atención en español
- Nos dieron un 5% de descuento para los viajeros de Wandersheep! 🙂 Solo tienes que cotizar a través de este link.
¿Cómo son los tour por el desierto?
Existen distintas formas de conocer el desierto de Wadi Rum. La mayoría de los tour son en una camioneta 4×4 en los que vas paseando por distintos lugares (en general todos hacen el mismo recorrido) parando en los highlights. La principal diferencia entre tours es la duración (existen tours de 4 horas, de 1 día, 2 días, etc).
El desierto es impresionante. De todas formas, creemos que con el tour del medio día alcanzas a ver bastantes lugares muy distintos entre sí y a tener una buena idea de Wadi Rum.
Si estás organizando ir al desierto de Wadi Rum, te puede ser útil nuestro post: Wadi Rum, Jordania: Guía para Planear tu Viaje (próximamente).
Muchas gracias por acompañarnos en nuestro voluntariado en Wadi Rum. Fue un lujo haber podido trabajar y aprender de los beduinos. Cuéntanos si has tenido alguna experiencia similar de voluntariado en los comentarios, o cualquier duda que tengas.
Si van a estar viajando por la zona, les puede interesar nuestra experiencia en Hebrón es la ciudad más conflictiva de Palestina.